Más de 8.000 estudiantes y profesores asturianos acudirán al Auditorio Príncipe Felipe para participar en el programa Memory
El maestro Ignacio García-Vidal dirigirá los ocho conciertos que la orquesta ofrecerá desde mañana y hasta el próximo viernes, y que contarán con Ana Hernández Sanchiz (narradora) y El Gran Rufus
Oviedo/Uviéu, 21 de marzo de 2022. – Dos años llevaba la Orquesta del Principado de Asturias sin compartir música de manera presencial con su público más joven, el que llena el Auditorio Príncipe Felipe en cada concierto didáctico. Después de varios programas educativos online, la OSPA retoma esta semana su programación infantil in situ con Memory, un concierto escénico para orquesta sinfónica, artista circense y narradora.
El retorno de la comunidad educativa a los pases del Auditorio estará protagonizado por el mismo equipo que en enero de 2020 compartió con la OSPA la última cita didáctica presencial: el maestro Ignacio García-Vidal, la actriz y pedagoga musical Ana Hernández Sanchiz y el malabarista El Gran Rufus. En esta ocasión, compartirán con la OSPA el programa Memory, que incluye La varita de la juventud, de Edward Elgar.
En Memory participarán 7.680 estudiantes y 603 profesores de Educación Primaria y Educación Especial de 93 centros educativos de 47 localidades asturianas. Los conciertos se celebrarán en el Auditorio Príncipe Felipe desde mañana y hasta el viernes en horario de 10:30 y 12:00 horas.
Los centros educativos que participan en el programa recibieron una guía didáctica para preparar su participación en un concierto que busca acercar al público infantil la música clásica y las artes escénicas, en concreto el circo. La guía pretende despertar la imaginación e inspirar a niños y niñas como intérpretes y creadores, a través de una obra compuesta por Elgar cuando era un niño y que retomó en su madurez.
Cuando tenía 12 años, Edward Elgar escribió unas canciones para acompañar una obra de teatro que iba a representar junto al resto de niños y niñas de su familia. Anotó las canciones en un cuaderno de dibujo y, cuarenta años después, recuperó aquellos bocetos para crear sus dos suites orquestales La varita de la juventud (The Wand of Youth). Por eso las numeró como opus 1 a/b, en recuerdo a aquellas primeras creaciones que sobrevivieron al tiempo.
En el espectáculo, Edward es un hombre maduro, con las preocupaciones de una persona adulta. Sin embargo, al encontrar los dibujos y composiciones de su infancia junto a sus antiguos juguetes, vuelve a revivir momentos de su niñez. Juegos, sueños, emociones que le harán recuperar el brillo y la chispa de aquella época a través de una auténtica varita mágica: la música.